1/1/2016 - 31/12/2019
La agricultura moderna se ha enmarcado en el paradigma de la Revolución Verde a partir de la década del 50. Este modelo ha generado problemas que incluyen aspectos productivos, ecológicos, económicos y socio-culturales, que impactan sobre el medio ambiente y la sociedad. Este modelo fue orientado a la búsqueda de paquetes de tecnologías generales y universales, destinados a maximizar la producción, sin considerar la heterogeneidad ecológica y/o cultural de las regiones en donde se aplicaba. En este contexto, la Agroecología surge como una disciplina científica que genera conocimientos para el desarrollo de prácticas agrícolas sustentables. Se considera que la posibilidad de transformar agroecosistemas convencionales altamente tecnificados, dependientes de insumos externos y con altos costos ambientales hacia sistemas con un enfoque agroecológico, requiere de un proceso de transición agroecológica. Este proceso se lleva a cabo a través de prácticas, conocimientos y significados generados en el nivel ecológico productivo, pero que comprenden el contexto socio-cultural y económico. La transición se construye considerando elementos tales como: empleo de recursos, en lo posible locales, que permitan que los ciclos de la materia y energía en el agroecosistema, sean lo más cerrados posibles y el restablecimiento de la biodiversidad funcional de los agroecosistemas. Se requiere tener una mirada integral, donde todos los componentes, principalmente el suelo y la agrobiodiversidad se miren como un todo. La consolidación del proceso se dará a través de la generación y validación de alternativas tecnológicas apropiadas. Se empleará la metodología de diagnóstico e investigación acción participativa (IAP) que incluirá capacitaciones, talleres de intercambio y generación de saberes; experimentación participativa para la validación de tecnologías apropiadas y seguimientos de prácticas, Ensayos experimentales del manejo abonos orgánicos en suelo y estrategias de control biológico por conservación, con el fin de evaluar la calidad del suelo y la biodiversidad funcional y realizar el seguimiento de las señales del sistema productivo en respuesta a las decisiones tomadas por el productor. Se espera obtener un corpus de conocimiento que incluirá herramientas tecnológicas, conceptuales y metodológicas, que contribuyan a la reproducibilidad de los procesos de transición.