1/1/2020 - 31/12/2024
Cuando Ranciére elige textos literarios para desarrollar sus hipótesis acerca de los regímenes del arte, y sus respectivas relaciones entre estética y política, se centra detenidamente en los textos canónicos de Balzac, Flaubert y Mallarmé, y menciona en escasa oportunidades textos de la tradición literaria en lengua inglesa.Por este motivo nos hemos propuesto considerar las categorías propuestas por Ranciere, (en especial las características de los regímenes ético, representativo y estético, las modificaciones sufridas por este último a partir de las neovanguardias de la segunda mitad del siglo XX, y las relaciones que cada régimen establece entre estética y política, con su correspondiente reparto de lo sensible), en el marco de la literatura en lengua inglesa, y reorientar nuestros estudios sobre literatura anglófona a partir de esta concepción de la estética.?Fundar el edificio del arte significa definir un cierto régimen de identificación del arte, es decir, una relación específica entre prácticas, formas de visibilidad y modos de inteligibilidad que permiten identificar sus productos como pertenecientes al arte o a un arte?, dice Jacques Rancière. En El malestar en la estética. Buenos Aires: Clave Intelectual, (2011:39-41). Concomitantemente con ello, fundar una historia de la literatura en una lengua, significa definir el modo en que esas relaciones se suceden, se superponen, se tensionan, se dan paso, agónicamente, unas a otra. La idea es estudiar en profundidad momentos claves de esas tensiones para pensar nuevamente algunos problemas en torno a la literatura anglófona, como Chaucer, la lírica isabelina, el romanticismo (Raine), el modernismo (T. S. Eliot y Virginia Woolf) y el posmodernismo estético (Stevie Smith y Margaret Atwood), entre otros.