1/1/2017 - 31/12/2021
Ratas alimentadas con una dieta rica en fructosa (DRF) presentan una disfunción de varios órganos involucrados en el control de la homeostasis glucémica incluyendo al tejido adiposo, el hígado y el islote pancreático. Presentan un cuadro de alteración plurimetabólica que incluye un aumento de los ácidos grasos (AG) con predominio de los saturados, de marcadores de estrés oxidativo (EO) y de leptina circulantes. La existencia de la falla insular se sustenta en el hecho de que los islotes presentan una disminución de su masa de células B y un aumento de su metabolismo intermedio, del nivel de EO y de la secreción de insulina que alcanza para mantener valores normales de glucemia basal pero resulta insuficiente para compensar la sobrecarga de glucosa. Nuestra hipótesis de trabajo es que la aparición de la falla insular sería secundaria a una (o a la combinación de más de una) de las siguientes alteraciones presentes en estos animales: aumento de la leptina, AG circulantes o del EO que desencadenarían la aparición de la insulinorresistencia. Nuestro objetivo es identificar los factores que desencadenan la falla insular inducida por el consumo de fructosa. Para abordar nuestro objetivo, cultivaremos islotes aislados de ratas normales en presencia de fructosa sola o en combinación con una mezcla de AG (palmítico y oleico) y/o leptina. Con ese dise?o experimental, pretendemos estudiar: 1. el efecto de la fructosa sobre la función secretora de los islotes. 2. los cambios en la sensibilidad del islote a la acción de la insulina por alteración de su cascada de mediadores intracelulares (vía de la PI3K). 3. los cambios generados en el islote en respuesta a la hiperleptinemia. 4. los cambios en el EO y en particular sobre la concentración insular de la proteína desacoplante de la fosforilación oxidativa (UCP2) y de sus moduladores. 5. el efecto sobre la apoptosis y regulación de los mecanismos de neogénesis vascular. Los resultados de nuestro estudio permitirán incrementar el conocimiento del mecanismo por el cual el aumento de la ingesta de fructosa produce la alteración de la masa y función de las células B, facilitando así el desarrollo de estrategias de prevención y tratamiento efectivas de la DMT2.