1/1/2016 - 31/12/2017
Las mineralizaciones de baritina y celestina emplazadas en la secuencia jurásico-cretácica de la cuenca Neuquina representan un conjunto numeroso de depósitos asociados espacialmente a horizontes carbonáticos y niveles yesíferos correspondientes a los tres grandes ciclos carbonático-evaporíticos que se han desarrollado en la cuenca. Las unidades estratigráficas involucradas son las Formaciones Tábanos, Auquilco y Huitrín. Las investigaciones realizadas hasta el momento indican que los depósitos presentan un marcado carácter estratoligado. Su yacencia corresponde esencialmente a cuerpos mantiformes y vetiformes donde han predominado procesos de reemplazo y de relleno. El carácter epigenético de las mineralizaciones es muy evidente y las condiciones físico-químicas de formación son compatibles con la actividad de fluidos hidrotermales. Los depósitos se encuentran distribuidos en áreas con presencia de afloramientos de rocas magmáticas y enáreas sin aparente actividad ígnea. Estudios isotópicos y de inclusiones fluidas permiten preliminarmente relacionar las mineralizaciones a procesos diagenéticos sobre los que en algunos casos se han sobreimpuesto removilizaciones ocasionadas por fluidos magmáticos. Los factores metalotécticos estructurales aún no han sido dilucidados con certeza pero se puede postular el condicionamiento estructural en la formación de los depósitos a partir de grandes fallamientos de rumbo general N-S, que se encuentran intersectados por fracturas transversales, las cuales pueden haber constituido posibles conductos por donde han circulado los fluidos hidrotermales.