1/1/2019 - 31/12/2023
La terapéutica odontológica estableció desde sus comienzos en 1838, con la creación del primer instrumento con la aguja de un reloj, una relación fundamental con la anatomía dentaria interna y los procesos de limpieza y ensanche ductal. Por lo tanto, el objetivo principal de la terapia endodóntica es lograr la desinfección del sistema de conductos radiculares a través de la eliminación de bacterias, toxinas y barro dentinario, ya que se ha comprobado que la contaminación bacteriana es el principal factor etiológico para el desarrollo de lesiones pulpares y periapicales. Aún más, los estudios han demostrado que las bacterias y sus productos presentes en los conductos radiculares infectados, pueden invadir los túbulos de dentina. Estos hallazgos justifican las razones y la necesidad de desarrollar medios eficaces para eliminar el barrillo dentinario de las paredes de los conductos radiculares después de una correcta instrumentación biomecánica, lo que permitiría que los desinfectantes proporcionados por la irrigación llegaran y destruyeran microorganismos en los túbulos de dentina. El uso de laser está siendo sugerido para lograr la desinfección del sistema de conductos y la remoción del barro dentinario ya que este tipo de terapia provee acceso a zonas difíciles de alcanzar y ha erradicado efectivamente microorganismos de las anfractuosidades e istmos de los canales radiculares.Este efecto parece estar directamente relacionado con la cantidad de radiación y el nivel de energía. Cabe destacar que el uso del láser es considerado un co-adyuvante en el tratamiento endodóntico tradicional, de manera que su acción busca potencializar y favorecer la acción de la terapéutica endodóntica, y nunca su sustitución.En síntesis, incluir el láser de diodo de baja frecuencia optimizaría y aseguraría una nueva y más efectiva manera de ver nuestros tratamientos, en cuanto a la limpieza de sus paredes de ahora en más.