1/1/2010 - 31/12/2011
La trama de significaciones en torno al género construida informalmente dentro de la familia y más formalmente en el seno de otras agencias socializadoras incluye representaciones de la cultura global, especialmente sus temas de masculinidad y rudeza y de la mujer como fuente de vida. Estas construcciones simbólicas legitiman prácticas de cuidado de la salud que se diversifican por género. Y no solamente se diversifican según género sino que estarían propiciando comportamientos más o menos riesgosos según el género del trabajador. A propósito de estos supuestos un frente estratégico de nuestra indagación se conforma en torno a las definiciones producidas en conjunto por los trabajadores hortícolas para referirse a las clasificaciones de género y a los sentidos que esas definiciones expresan. El carácter operativo de las mismas les otorga relevancia en la interacción laboral cotidiana donde mujeres y varones reproducen, confrontan, , negocian, transforman los atributos de género imperantes en el esquema normativo y valorativo dominante. A partir de entender que en todo momento histórico existen distintas formas de masculinidad y femineidad , algunas hegemónicas, otras marginales, otras estigmatizadas, nos proponemos también registrar esta diversidad y analizar su interjuego con el campo del cuidado de la salud