1/1/2016 - 31/12/2019
Los problemas que caracterizan la actual crisis de nuestras ciudades configuran procesos complejos, difíciles de abordar desde estructuras de conocimiento parceladas y especializadas, como en las que hoy se organizan los diferentes campos del saber. La gravedad y urgencia de las cuestiones del hábitat nos ubica, como integrantes de una institución universitaria pública, frente al reto de abrirnos a paradigmas que contemplen nuevas teorías y relaciones, promoviendo la formación de profesionales comprometidos con los problemas más relevantes de la sociedad y su posibilidad de transformación. Las posibilidades de resolver o incidir sobre esos problemas parecen cada vez más limitadas desde un paradigma de conocimiento caracterizado por divisiones disciplinares, escisión entre teoría y práctica, descontextualización de saberes, y la tendencia a una conceptualización abstracta o casi inmaterial del "hábitat". Para abordar en forma integral esta problemática, entendimos a la producción social del hábitat, como el hábitat surgido del mismo proceso de habitar, como construcción social y cultural, como realización colectiva ligada al ser humano y sus necesidades integrales. Y en lugar de hablar de "hábitat popular" preferimos hablar del "hábitat", ya que aspiramos a ciudades sin exclusiones, integradas y en equilibrio con sus ambientes, y por consiguiente debemos pensar en su conjunto, actores sociales, interrelaciones y dinámica. Este salto cualitativo imaginado requiere que tanto estudiantes como docentes asumamos que los problemas complejos son fuente de aprendizajes complejos. Conlleva no sólo cambios en las perspectivas epistemológicas, sino también modificaciones en los campos conceptuales, metodológicos y actitudinales de la enseñanza, de modo que los procesos de construcción de conocimientos den lugar a respuestas abiertas que posibiliten la comprensión y abordaje de los problemas del hábitat en su multidimensionalidad y dinámica.