1/1/2020 - 31/12/2024
La producción ganadera ocupa más del 50% de la actividad agropecuaria en los países desarrollados y un 25% en los países emergentes con una tendencia creciente. Por lo tanto, se ha visto un crecimiento en el empleo de biotecnologías reproductivas adaptadas a las condiciones ambientales locales, con el propósito de aumentar la eficiencia reproductiva de los animales y la disminución de los costos operativos para hacerlas más accesibles. La biotecnología de la reproducción comprende técnicas que permiten aumentar la eficiencia reproductiva y el progreso genético de los rodeos destinados a la producción de leche y carne. Para tal fin, una de las técnicas más empleadas es la producción de embriones in vitro (PIV). Esta técnica ha avanzado significativamente desde el año 1970 (primer nacimiento de un ternero a partir de un embrión producido in vitro9 hasta el 2013, año en el que se produjeron medio millón de embriones. La técnica de PIV ofrece la posibilidad de obtener embriones a bajo costo para ser utilizados con fines de estudio o con propósitos comerciales. La PIV comprende tres etapas que son la maduración de ovocitos in vitro (MIV), fertilización in vitro (FIV) y cultivo in vitro de embriones (CIV). En los últimos 10 años, la aplicación de esta biotecnología se hace cada vez más frecuente, particularmente en Sudamérica. En nuestro país, la PIV comenzó a implementarse a principios de los años 90 con resultados variables, estableciéndose de manera significativa en el año 2014. La PIV se aplica en hembras para mejorar la calidad genética del rodeo, aumentar el número de crías, obtener crías del sexo deseado, obtener embriones de hembras que no responden a tratamientos superovulatorios, producir embriones a partir de ovocitos obtenidos de ovarios de frigorífico, para el uso como modelo experimental en clonado y transgénesis, control de calidad de medios de cultivo y preservación de especies en vías de extinción.