1/1/2025 - 31/12/2028
Los productos naturales (PNs) despiertan cada vez más interés en el campo de la salud y la agricultura, no sólo por la baja incidencia de efectos adversos en comparación con fármacos o aditivos alimentarios sintéticos, sino también por su baja toxicidad y tendencia a ser fácilmente biodegradables, constituyéndose en insumos ?amigables con el medio ambiente? alternativos a los agrotóxicos. Los inhibidores de proteasas (IPs) son proteínas reguladoras que actúan reduciendo e inhibiendo la actividad exacerbada y descontrolada de proteasas, siendo herramientas efectivas para inactivar de manera específica proteasas involucradas en diversas enfermedades humanas. Los IPs de plantas poseen una notable resistencia al tratamiento térmico, pH extremos, agentes desnaturalizantes, fuerza iónica y proteólisis. Los PNs, en reemplazo de compuestos sintéticos, constituyen una de las mayores fuentes para el desarrollo de biofármacos, aditivos y conservantes alimentarios. En los últimos años, se han informado actividades biológicas novedosas e inéditas para los IPs de plantas, que incluyen acción: antimicrobiana, anticoagulante, antihipertensiva, antioxidante, hipoglucemiante, antitumoral, etc. El objetivo principal del trabajo es el estudio de dichas actividades biológicas escasamente exploradas en IPs termoestables de origen vegetal, para analizar sus potenciales aplicaciones como agentes medicinales nutracéuticos, anti-infectivos y conservantes naturales. El material vegetal pertenece principalmente a la familia Solanaceae, en especial papas andinas (Solanum tuberosum subsp. andigenum), morrón (Capsicum annuum) y berenjena (Solanum melongena) ricas en este tipo de moléculas. También se estudian Moringa oleifera y Geoffroea decorticans, conocidas por sus propiedades medicinales, pero escasamente exploradas en cuanto a los IPs. La disponibilidad de moléculas naturales estables con actividades biológicas relevantes cumple criterios para un potencial uso industrial y dar forma a un producto rentable, ecológico y versátil que sea adecuado para una amplia distribución geográfica considerando las propiedades de termoestabilidad que presentan. Estas actividades y propiedades distintivas sin precedentes halladas en los IPs los convierten en biomoléculas de notable versatilidad biológica, despertando el interés en la comunidad científica para su posible aplicación y desarrollo biotecnológico en diferentes ramas de la industria farmacéutica y agroalimentaria.